La edición del lunes 27 de junio del diario británico The Guardian incluye en su suplemento G2 entre las páginas 2 y 9 una reseña del Festival de Glastonbury.
En la página 13 Alexis Petridis reseña los shows de Paul McCartney y Diana Ross en el escenario Pyramid Stage. El redactor señala que algunas personas llegaron a acampar todo el día para lograr estar lo más cerca posible al escenario y a las 9 pm, media hora antes del inicio del show , ya era imposible desplazarse adelante.
Más de 100,000 personas apreciaron a Paul McCartney, quien tuvo como invitados sorpresa a Bruce Springsteen y Dave Grohl. Richard Martin, de 75 años, asistente al evento declaró que el concierto había superado todas sus espectativas, que no pudo en la época ver a The Beatles en vivo y que su esposa era una de las adolescentes fanáticas histéricas. James Jack, de 35 años , señaló después de la interpretación de "Live And Let Die" que fue un momento vibrante y significativo para él, rememorando cuando vio el film acompañado de su padre, y algo que podrá compartir con sus nietos.
Hubo algunas críticas relacionadas a la decisión de Paul McCartney de mostrar en imagenes a Johnny Depp durante la interpretación de "My Valentine" dandole un apoyo tácito. Sin embargo, eso no ha sido obstaculo para las reseñas favorables, incluida la del NME, en la que se señala que Paul dejó absolutamente todo en el show como si supiera que no podría volverlo a hacer.
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