LA FASCINACIÓN DEL ROCK POR LAS CARRETERAS Y LOS CAMINOS PUEDE HABER DADO LUGAR A EJEMPLOS MÁS CONOCIDOS, COMO LA RUTA 66. PERO, COMO ESCRIBE SPENCER VIGNES, LA B842 DESEMPEÑA TAMBIÉN UN PAPEL CLAVE EN NUESTRO PATRIMONIO MUSICAL.
Autopista VENTURA. Ruta 66. Autopista 61. New Jersey Turnpike. El bulevar de Santa Mónica. Desde que existen los coches y el rock and roll, los músicos se han inspirado para escribir canciones sobre carreteras, la mayoría de las veces en Estados Unidos.Y, sin embargo, la canción de carretera más famosa de todas no trata de una autopista de California, Arizona o Texas. De hecho, el nombre, o más bien el número, de la carretera que inspiró la balada en cuestión ni siquiera se menciona en la letra, lo que probablemente ayude a explicar por qué la B842 todavía no ha entrado en la mitología del rock, y mucho menos en la conciencia pública.
En 1967, en pleno apogeo de la Beatlemanía, Paul McCartney compró un refugio rural en Escocia para escapar del circo mediático en el que empezaba a sumergirse la banda. Situada en la remota península de Kintyre, High Park Farm era en aquel momento una propiedad semiderruida, plagada de ratas y que necesitaba una mano de pintura.
Aparte de una serie de ferries [transbordadores] de conexión, la única manera de llegar allí desde Londres implicaba un tortuoso viaje en coche de 540 millas a través de una serie de puestos de avanzada al norte y al oeste de Glasgow. La etapa final de ese viaje por la carretera B842, de una sola vía, además de ser extremadamente sinuosa, era también la más pintoresca, con el estrecho de Kilbrannan y las majestuosas montañas de la isla de Arran a la izquierda y las laderas cubiertas de brezo de Kintyre a la derecha.
El tráfico en este impresionante tramo de carretera era, y de hecho sigue siendo, escaso. McCartney podía conducir durante kilómetros y no ver ni un alma. Lo cual, dada toda la atención que recibía en el mundo real, era justo lo que quería.
Durante los dos años siguientes, McCartney empezó a hacer mejoras en High Park Farm con la ayuda de Linda Eastman, su entonces novia y futura esposa.
“Linda me dijo: 'Podríamos arreglar este lugar', y nunca se me había ocurrido”, recuerda McCartney. “Pensaba que se quedaba como lo habías comprado. No era lo suficientemente emprendedor como para pensar: '!Podemos limpiar este sitio! Linda me convenció. Antes me gustaba bastante. Me gustaba su aislamiento y me gustaba la intimidad y la lejanía del fin del mundo en comparación con una ciudad”
Por su parte, Linda dijo una vez: “Escocia no se parecía a nada en lo que hubiera vivido. Era la tierra más hermosa que jamás haya visto. Estaba al final de ninguna parte. Para mí, era la primera sensación que tenía de que la civilización se había alejado. Me sentí como si estuviera en otra época. Aquello era tan bonito, tan limpio, tan diferente de todos los hoteles y limusinas y del negocio de la música, así que fue todo un alivio, pero estaba muy abandonado”
Mientras los intentos de McCartney por el bricolaje daban sus frutos, su grupo empezaba a desmoronarse.
George Harrison, descorazonado por la forma en que sus canciones eran rechazadas para los álbumes en favor de las escritas por McCartney y John Lennon, ya había abandonado The Beatles una vez antes de volver al redil. El propio Lennon optó por pasar más tiempo con Yoko Ono, cuya presencia en el estudio durante las sesiones de grabación no fue bien recibida por todos. Sin que los cuatro lo supieran, sus asuntos comerciales eran un caos, ya que Allen Klein había sido contratado – en contra de los deseos de McCartney – para dirigir los asuntos de la banda tras la muerte de Brian Epstein, su mentor y mánager original, en agosto de 1967.
A pesar de todo, su música seguía siendo incomparable.
George Harrison, descorazonado por la forma en que sus canciones eran rechazadas para los álbumes en favor de las escritas por McCartney y John Lennon, ya había abandonado The Beatles una vez antes de volver al redil. El propio Lennon optó por pasar más tiempo con Yoko Ono, cuya presencia en el estudio durante las sesiones de grabación no fue bien recibida por todos. Sin que los cuatro lo supieran, sus asuntos comerciales eran un caos, ya que Allen Klein había sido contratado – en contra de los deseos de McCartney – para dirigir los asuntos de la banda tras la muerte de Brian Epstein, su mentor y mánager original, en agosto de 1967.
A pesar de todo, su música seguía siendo incomparable.
A PESAR DE ser el penúltimo álbum que grabaron los Beatles, Let It Be resultó ser, por todo tipo de razones, el último que publicaron como grupo. Muchos de sus temas siguen siendo parangones de la excelencia compositiva: Get Back, The Ballad of John and Yoko, Across The Universe y el tema homónimo.
Y luego estaba la canción de McCartney sobre un largo y tortuoso camino [Long and winding road] que conduce a través de un paisaje azotado por la lluvia a “tu puerta”, una canción que, en última instancia, sonaría como la sentencia de muerte para los Beatles.
El propio McCartney, consciente quizás de su privacidad en un momento turbulento de su vida, nunca afirmó categóricamente que The Long And Winding Road fuera en realidad la B842. Sin embargo, sí sugirió a sus confidentes que constituía la base sobre la que se había escrito la canción, que refleja las frustraciones y la discordia en la banda a finales de los años sesenta.
“Estaba un poco loco y alucinado en aquella época”, admitió más tarde. “Es una canción triste porque trata de lo inalcanzable, de la puerta a la que nunca llegas. Es el camino del que nunca llegas al final”. En realidad, la B842 sí tiene un final, ya que se queda sin asfalto en los extremos meridionales de Kintyre poco después de pasar por Campbeltown, con diferencia el mayor asentamiento de la península, con una población de apenas 4,500 habitantes.
También es la ciudad donde McCartney compró gran parte de los muebles de segunda mano que utilizó para amueblar High Park Farm. Escrita en 1968 y grabada al año siguiente, The Long And Winding Road fue una de las once canciones incluidas en Let It Be. En un principio, la ingeniería del álbum corrió a cargo de Glyn Johns, que más tarde produciría discos para un elenco de grandes bandas, como The Eagles y The Who.
Sin embargo, cuando Allen Klein escuchó los resultados, decidió prescindir de Johns y contratar al legendario productor Phil Spector para reforzar el sonido, sin que McCartney supiera nada al respecto.
Cuando McCartney oyó lo que Spector había hecho con The Long And Winding Road, se puso furioso. En palabras de Hunter Davies, fan y biógrafo de los Beatles, “Spector la convirtió en un número orquestal exuberante y sensiblero, como la banda sonora de una película cursi de Hollywood, con un coro femenino exagerado de fondo”
McCartney pidió que la canción recuperara su forma original, que era más bien un número de jazz escrito pensando en la voz de Ray Charles, el icónico cantante y pianista estadounidense.
“No suena a él en absoluto, porque soy yo quien canta y no me parezco en nada a Ray”, comentó McCartney en una ocasión. “Pero, a veces, te metes a una persona en la cabeza, sólo por una actitud, sólo por un lugar en el que estar, para que tu mente esté en algún sitio y no en ninguna parte”
CUANDO esa petición fue ignorada por Klein, McCartney anunció que abandonaba la banda. Cuando Let It Be entró en las listas de álbumes en mayo de 1970, The Beatles ya no existían. Lo único que quedaba era disolver el grupo en los tribunales ese mismo año.
Hoy, 54 años después, la B842 sigue dando servicio a las comunidades y puestos de avanzada del flanco oriental de Kintyre del mismo modo que lo hacía cuando McCartney descubrió la península en los años sesenta. Aquí no hay radares, sólo vida salvaje, más vida salvaje que coches. Puede que no sea California, Arizona o Texas. Puede que las patadas sean totalmente diferentes a las que se encuentran en la Ruta 66. Y desde luego no es Santa Monica Boulevard ni la autopista 61.
Sin embargo, cuando se trata de carreteras que han inspirado canciones, hay que ir un poco más lejos para superar la gloria remota de la B842.
Y luego estaba la canción de McCartney sobre un largo y tortuoso camino [Long and winding road] que conduce a través de un paisaje azotado por la lluvia a “tu puerta”, una canción que, en última instancia, sonaría como la sentencia de muerte para los Beatles.
El propio McCartney, consciente quizás de su privacidad en un momento turbulento de su vida, nunca afirmó categóricamente que The Long And Winding Road fuera en realidad la B842. Sin embargo, sí sugirió a sus confidentes que constituía la base sobre la que se había escrito la canción, que refleja las frustraciones y la discordia en la banda a finales de los años sesenta.
“Estaba un poco loco y alucinado en aquella época”, admitió más tarde. “Es una canción triste porque trata de lo inalcanzable, de la puerta a la que nunca llegas. Es el camino del que nunca llegas al final”. En realidad, la B842 sí tiene un final, ya que se queda sin asfalto en los extremos meridionales de Kintyre poco después de pasar por Campbeltown, con diferencia el mayor asentamiento de la península, con una población de apenas 4,500 habitantes.
También es la ciudad donde McCartney compró gran parte de los muebles de segunda mano que utilizó para amueblar High Park Farm. Escrita en 1968 y grabada al año siguiente, The Long And Winding Road fue una de las once canciones incluidas en Let It Be. En un principio, la ingeniería del álbum corrió a cargo de Glyn Johns, que más tarde produciría discos para un elenco de grandes bandas, como The Eagles y The Who.
Sin embargo, cuando Allen Klein escuchó los resultados, decidió prescindir de Johns y contratar al legendario productor Phil Spector para reforzar el sonido, sin que McCartney supiera nada al respecto.
Cuando McCartney oyó lo que Spector había hecho con The Long And Winding Road, se puso furioso. En palabras de Hunter Davies, fan y biógrafo de los Beatles, “Spector la convirtió en un número orquestal exuberante y sensiblero, como la banda sonora de una película cursi de Hollywood, con un coro femenino exagerado de fondo”
McCartney pidió que la canción recuperara su forma original, que era más bien un número de jazz escrito pensando en la voz de Ray Charles, el icónico cantante y pianista estadounidense.
“No suena a él en absoluto, porque soy yo quien canta y no me parezco en nada a Ray”, comentó McCartney en una ocasión. “Pero, a veces, te metes a una persona en la cabeza, sólo por una actitud, sólo por un lugar en el que estar, para que tu mente esté en algún sitio y no en ninguna parte”
CUANDO esa petición fue ignorada por Klein, McCartney anunció que abandonaba la banda. Cuando Let It Be entró en las listas de álbumes en mayo de 1970, The Beatles ya no existían. Lo único que quedaba era disolver el grupo en los tribunales ese mismo año.
Hoy, 54 años después, la B842 sigue dando servicio a las comunidades y puestos de avanzada del flanco oriental de Kintyre del mismo modo que lo hacía cuando McCartney descubrió la península en los años sesenta. Aquí no hay radares, sólo vida salvaje, más vida salvaje que coches. Puede que no sea California, Arizona o Texas. Puede que las patadas sean totalmente diferentes a las que se encuentran en la Ruta 66. Y desde luego no es Santa Monica Boulevard ni la autopista 61.
Sin embargo, cuando se trata de carreteras que han inspirado canciones, hay que ir un poco más lejos para superar la gloria remota de la B842.
(Publicado en The Daily Express UK el 14 de noviembre del 2024)
[Traducido y editado por Guillermo Velarde para Mundo Beatle]
[Traducido y editado por Guillermo Velarde para Mundo Beatle]
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