Por: Steven Valvano
Dada la temporada electoral que acabamos de vivir, tuve ganas de volver a ver la película del 2016 'Elvis & Nixon', una comedia ligera sobre el encuentro en la vida real el 21 de diciembre de 1970, entre Elvis Presley y el presidente Richard Nixon. Hay una escena en la que el personaje de Elvis (interpretado por Michael Shannon) le dice al personaje de Nixon (Kevin Spacey) que odia a los Beatles y los describe como una influencia negativa en la juventud de la nación. Nixon está de acuerdo y dice: "!Creo que son comunistas!" No me perdí el punto irónico de la película de que dentro de cuatro años, no sólo Nixon se vería obligado a dimitir (para ser reemplazado por Gerald Ford), sino que, de hecho, uno de los “Beatles comunistas” sería invitado a la Casa Blanca.
Hace cincuenta años, en diciembre (13 de diciembre de 1974), George Harrison se convertiría en el primer Beatle en ingresar a la Casa Blanca (Paul McCartney tendría varias visitas más adelante en su vida). George aceptaría la invitación del hijo del presidente, Jack Ford, que había asistido al concierto de Harrison en la Universidad Estatal de Utah un mes antes. George era una gran noticia en ese momento, siendo el primer ex Beatle desde su ruptura en 1970 en realizar una gira continental a gran escala. Para apoyar la visita, trajo al tecladista Billy Preston, al gran interprete de sitar Ravi Shankar, al saxofonista Tom Scott y al padre de George, Harry.
Antes de Bob Geldof, George Harrison fue el príncipe del lado caritativo del rock, habiendo organizado y realizado el Concierto para Bangladesh tres años antes. Este fue el primero de su tipo, dos espectáculos benéficos de superestrellas en el Madison Square Garden cuyos ingresos se donarían a los casi 10 millones de refugiados de la Guerra de Liberación de Bangladesh junto con las víctimas del reciente ciclón Bhola que causó devastación en la zona. Sin duda, esto se destacó cuando el joven Jack sugirió que sería una buena medida de relaciones públicas que su padre fuera visto con el séquito de pelo largo (de hecho, las fotografías de prensa de la reunión de la Oficina Oval estaban dominadas por el enorme afro de los años 70 de Preston)
Al llegar ese día, George salió de una de las dos limusinas estacionadas en la entrada de la Casa Blanca y, después de presentar a sus compañeros de banda al pequeño sequito de prensa congregado, respondió algunas preguntas.
Con la entrada de la Casa Blanca con decoración navideña detrás de él, George dijo sobre la invitación: “Es maravillosa. Muy amable, muy simpática, me siento halagado”. Cuando se le preguntó si su visita ayudaría a Bangladesh, George inmediatamente sacudió la cabeza y dijo: “No, no lo sé. Estoy seguro de que él [el presidente Ford] tiene muchas cosas en las que pensar en este momento. No quiero imponer... Creo que tiene mucho entre manos, no quiero añadir más”. Luego, los periodistas le preguntaron a Jack si su padre era fanático de los Beatles, y él sonrió y dijo: “Probablemente no. No escucha mucha música”
Por supuesto, la inevitable pregunta sobre la música pop de los años 1970 pasó a primer plano: “¿Crees que los Beatles volverán a reunirse alguna vez para un concierto?” . Ahora la cabeza de George se inclinó y sacudió negativamente: “No lo sé. No sé. Me estoy divirtiendo más con esta banda, a decir verdad, todos crecimos viviendo juntos en una habitación durante años y años. Es algo natural para nosotros desarrollarnos individualmente. Individualmente en lo que a mi concierne, nunca he estado tan feliz como lo estoy en esta banda”
En ese momento, uno de los reporteros notó que George llevaba varios botones en su chaqueta a cuadros y quiso saber por qué no llevaba un botón WIN. El botón servía como lema de la campaña de relaciones públicas de la administración para WIN (Azotar la inflación ahora) con las políticas de Ford para una economía en crisis. George sonrió y admitió que no sabía qué era un botón WIN. Una vez que le explicaron lo del botón, sonrió y gritó suavemente: "!Aún no me han dado uno!". Jack Ford echó hacia atrás la cabeza entre risas y dijo: "Le daremos uno adentro". George continuó diciendo: "Sí, conseguiré uno cuando salga". Al cerrar la conferencia de prensa improvisada, George dijo que estaba contento de estar de visita en ese momento: "Siento buenas vibraciones desde la Casa Blanca", afirmó mientras deseaba a todos "Hari Krishna" antes de alejarse.
Los informes desde el interior de la reunión de la Oficina Oval eran escasos en detalles, pero se indicó que todos los miembros del séquito sonreían, se estrechaban la mano y mantenían conversaciones consideradas. Los presentes describieron a George como apacible y educado. George ha calificado este punto de su vida como un "período travieso", dado que había estado luchando contra el regreso de las drogas a su vida, además de seguir adelante con el divorcio de su esposa Patti.
En menor medida, George también había estado absorbiendo golpes en el estómago de la prensa, que fue despiadada en sus reseñas de su último álbum, Dark Horse. Mantener las bromas ligeras y generales era aparentemente su estrategia, ya que lo último que George Harrison estaba considerando era un debate político con el presidente de los Estados Unidos. “No le pregunté [a Ford] sobre Bangladesh”, comentó George después. "No quería molestarlo". Años más tarde, George describió su encuentro con el presidente en su autobiografía, I Me Mine: “Ford fue amigable. Conocí a [Henry] Kissinger. Kissinger parecía un árabe, hablaba como un alemán y estaba completamente bronceado, como Clark Gable. Era un poco como Charlie Chaplin, como un Rutle”
Al finalizar la visita de 15 minutos con el Presidente, George finalmente recibió su botón WIN. George, a cambio, le dio al presidente Ford un broche con el mantra "Om". "Om" en forma escrita es el símbolo más importante de la religión hindú y sirve como una representación sonora de lo divino. Más tarde esa noche, durante su concierto en Washington, se vio a George usando su botón WIN en el escenario. No hay informes de que Gerald Ford usara su botón Om.
(Publicado en Culture Sonar el 2 de diciembre del 2024)
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