La historia del manager de los Fabs, Brian Epstein, se convierte en una película biográfica torpe.
Por: Nick Levin
Esta película biográfica del manager de los Beatles, Brian Epstein, termina con una cita famosa de Paul McCartney: "Si alguien fue el quinto Beatle, ese fue Brian". Es a la vez la razón de ser de esta película moderadamente entretenida pero hueca y, quizás, la razón de su caída. El 'Hombre Midas' está tan ocupado tocando los ritmos familiares del increíble ascenso de los Cuatro Fabulosos que nunca llega a meterse bajo la piel de Epstein.
Conocemos a Epstein (Jacob Fortune-Lloyd) mientras convence a su padre, el empresario Harry (Eddie Marsan), para que le permita almacenar discos pop en la tienda de muebles de la familia en Liverpool. El oído de Epstein para los últimos sonidos lo lleva al ahora icónico Cavern Club, donde una asistente pelirroja que se convertirá en Cilla Black (Darci Shaw) revisa su abrigo y el ejecutivo observa a un cuarteto heterogéneo llamado The Beatles emocionar a una multitud juvenil a la hora del almuerzo.
Los ingeniosos miembros de la banda, Paul McCartney (Blake Richardson), John Lennon (Jonah Lees) y George Harrison (Leo Harvey-Elledge, quien recientemente interpretó a Liam Gallagher en Creation Stories) están impresionados por el discurso de ventas de Epstein, pero también se burlan de su plumoso acento de escuela pública. Aun así, los buenos modales de Epstein le permiten usurpar al actual manager de la banda, Allan Williams (un bonito cameo de Eddie Suzy Izzard) y, finalmente, conseguirles un contrato discográfico. Poco después, el baterista original Pete Best (Adam Lawrence) es reemplazado por el más ágil Ringo Starr (Campbell Wallace) y todos sabemos lo que sucede después.
A medida que la popularidad de los Beatles explota, Midas Man sigue a Epstein y la banda a Estados Unidos mientras habla de labios para afuera de otros actos de Merseybeat que dirigió, en particular Gerry And The Pacemakers. El director Joe Stephenson dirige la historia con enérgica eficiencia, lo que no es poca cosa dada la accidentada producción de esta película. El rodaje se desarrolló a trompicones a lo largo de casi dos años tras la marcha de los dos directores anteriores, Jonas Åkerlund y Sara Sugarman.
El resultado es un material retro pasable con un agujero evidente: la falta de canciones de los Beatles. Presumiblemente porque era imposible o demasiado costoso discutirlas, tenemos que conformarnos con fragmentos de los mayores éxitos de Música Negra y los Fab Four versionando 'Money (That's What I Want)' de Barrett Strong. De hecho, John, Paul, George y Ringo grabaron el conmovedor tema rockero en 1963, pero no está en su nivel superior. El Hombre de Midas siente cierta empatía por el tema y una cálida actuación de Emily Watson como su madre Queenie, pero no tiene verdadera curiosidad sobre lo que lo motivaba. Por esta razón, en última instancia, no le hace ningún favor ni a Epstein, el gerente, ni a Epstein, el hombre.
(Publicado en el New Musical Express el 21 de octubre del 2024)
[Traducido y editado por Carlos E. Larriega para Mundo Beatle]
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