Despreciar un experimento de 14 minutos de McCartney podría salvar el legado de los Beatles.
Por: Daniel Van Auken
Diseño original de TorinoGT | Fuente: Alpha Coders y Wikipedia
Durante décadas, una grabación de 14 minutos ha sido "prohibida". En la década de 1990, George y Ringo impidieron que viera la luz, mientras que Paul presionó para que se hiciera pública, dejando que los fans llenaran el vacío con rumores, teorías y copias piratas falsas.
¿Es el casi mítico Carnival of Light una obra maestra enterrada o un experimento caótico que es mejor no escuchar?
Ambas partes no entienden la idea.
La influencia de los Beatles proviene tanto de lo que no publican como de lo que sí publican, y es precisamente por eso que cada nueva generación se niega a dejar morir su música.
¿Un Apple Cash?
El nuevo Beatles Anthology IV de 36 canciones incluye solo 13 temas inéditos, junto con nuevas remezclas de Free as a Bird y Real Love. A menos que seas un completista, es fácil de omitir o de hojear rápidamente.
Si planeas comprarlo, prepárate. La caja de vinilo cuesta $400, el CD más de $100, y ambos incluyen las 191 canciones de la Antología.
La caja de vinilos, brillante, de edición limitada y numerada, parece impresionante, pero es pura estrategia de marketing, presentada como un artículo de colección con poco valor real a largo plazo.
Si completar tu colección justifica el precio, no hay nada de malo en ello. Pero muchos fanáticos se sentirán decepcionados al descubrir que Anthology IV es principalmente una repetición de material que ha estado disponible durante décadas.
No es casualidad que la mayoría de los álbumes de los Beatles (y sus respectivos documentales) aparezcan en fechas festivas. ¿Los culpo por eso?. No, la verdad.
Pero cuando ves lo que dejaron fuera, a pesar de tener todas las oportunidades, dice muchísimo.
Carnival Of Light
El 5 de enero de 1967, durante las sesiones de Penny Lane, la banda grabó una pieza vanguardista de 14 minutos, dirigida por McCartney, ahora considerada el Santo Grial de las grabaciones "perdidas" de los Beatles.
El amigo de Paul, Barry Miles, quien más tarde colaboraría en la autobiografía Many Years from Now, le había pedido que contribuyera con música a un festival de arte y luz organizado por el colectivo de arte pop londinense BEV. El evento iba a presentar grupos de música electrónica.
El evento, 'Million Volt Light and Sound Rave' , también conocido como 'Carnival of Light Rave' , intrigó a McCartney, quien accedió, lo que llevó a los Beatles a grabar el tema experimental Carnival of Light.
Antes de trabajar en el tema, Paul les preguntó a John, George y Ringo: "Esto es un poco indulgente, pero ¿les importaría darme 10 minutos? . Me han pedido que haga esto". Les dio unas instrucciones sencillas: "Solo quiero que recorran todo el material y lo golpeen, griten y lo toquen"
En sus propias palabras, la grabación formó parte de una experimentación más amplia.
“Estos eventos intentaron romper con las ideas sobre lo que podría ser un evento y exploraron aspectos como la improvisación. Bandas como Pink Floyd estaban redefiniendo lo que podía ser un concierto en vivo. El teatro británico estaba siendo revolucionado por figuras como Peter Brook y Peter Hall. Así que todos estos puntos de vista diferentes y nuevos alimentaron esta idea en expansión de lo que podría ser el arte y lo que podría significar un 'viaje'”
El Sonido y el Caos
Carnival of Light se estrenó el 28 de enero de 1967 en la 'Million Volt Light and Sound Rave', y el 4 de febrero marcó su última emisión.
El historiador de los Beatles, Mark Lewisohn, fue uno de los pocos a los que se les permitió acceder mientras compilaba 'The Complete Beatles Recording Sessions: The Official Story Of The Abbey Road Years 1962–1970'
"La primera pista de la cinta estaba llena de sonidos hipnóticos y distorsionados de batería y órgano; la segunda tenía una guitarra principal distorsionada; la tercera tenía sonidos de órgano de iglesia, varios efectos (el gárgaras con agua era uno) y voces; la cuarta presentaba varios efectos de sonido indescriptibles con un eco de cinta a raudales y una pandereta frenética"
A falta de grabaciones piratas creíbles disponibles, poco se sabe más allá de la descripción de Lewisohn y los relatos de los presentes. Mientras la imaginación de los fans se ha desbordado con todas las fantasías posibles sobre lo que se pierden, una cosa está clara. Aparte de McCartney, muy pocos han valorado positivamente la canción.
Barry Miles, amigo de Paul desde hace mucho tiempo, describió Carnival of Light como un experimento, en gran medida sin ritmo ni melodía, de sonidos aleatorios de los Beatles. David Vaughan, del colectivo artístico BEV, que encargó la pieza, comentó posteriormente que deseaba que Paul "le hubiera dado más importancia"
Quienes lo han escuchado califican a Carnival of Light de desordenado y olvidable, dejando a los oyentes "completamente decepcionados", un veredicto que generalmente se reserva para Revolution 9 de John y Yoko, que apareció un año después en The White Album, que incluso tomó prestado un segmento de este.
Enterrado por la Banda
Si los Beatles pudieron lanzar algo tan poco ortodoxo como Revolution 9 en 1968, ¿por qué "Carnival" ha permanecido enterrado durante casi seis décadas?
Cuando Paul presionó para incluirlo en Anthology 2 en 1996, George lo descartó como "basura", Ringo estuvo de acuerdo, y Yoko, quien era la representante de los herederos de John, también lo rechazó rotundamente. Los tres alegaron razones artísticas, diciendo básicamente que simplemente no era lo suficientemente bueno como para llevar el nombre de los Beatles.
La explicación más creíble de por qué permaneció archivado proviene de Mark Lewisohn, quien ayudó a crear la Antología original de los Beatles:
“[El tema] era algo que, potencialmente, iba a destacar solo a Paul de forma positiva, y no sé si eso era algo que querían colectivamente”
Pero eso suena a la misma vieja costumbre de "culpar a Yoko de todo" que la gente recurre cuando necesita un "villano Beatle" conveniente.
¿La verdad? .George y Ringo lo calificaron de basura, y Yoko apoyó su decisión.
Francés para "Mentira"
Decir que Paul ha expresado abiertamente su deseo de que se escuche Carnival of Light es quedarse corto. Ha expresado su entusiasmo por el tema en innumerables entrevistas, llamándolo "lo mejor desde el pan de molde"
También dijo que habría salido a la luz hace mucho tiempo si Harrison, Ringo y Ono no lo hubieran guardado repetidamente en la bóveda.
Puede que Harrison haya rechazado la vanguardia, pero su propio trabajo, Wonderwall Music (1968) y Electronic Sound (1969), demostró ser audazmente experimental.
Ringo estuvo de acuerdo con la valoración de George y todavía lo está. Sin embargo, en 1970, Ringo contrató al compositor británico John Tavener para Apple Records, lo que dio como resultado el álbum The Whale, una cantata orquestal religiosa dramática que no estaba en la línea de Back Off Boogaloo.
Lennon nunca comentó públicamente sobre la canción, pero durante la misma época de su creación, es bien sabido que restó importancia a la música vanguardista que Paul defendía, calificándola de "tonterías en francés"
El Laboratorio Experimental de Paul
A pesar de la reputación de Lennon como el "Beatle experimental", no siempre fue él quien impulsó a la banda a explorar nuevos territorios.
A mediados de los 60, Lennon se mostró bastante distante de la música electrónica y la música concreta que surgían de la escena artística londinense. Paul, en cambio, se sumergió de lleno en compositores como Stockhausen y la vanguardia underground de la ciudad, inspirándose en la cultura de las galerías, la composición electrónica y el arte escénico.
El auge artístico de mediados de los 60 se convirtió en la materia prima para redefinir el rumbo de los Beatles, y su influencia se hizo evidente por primera vez en Revolver.
Gran parte del renacimiento creativo de Revolver surgió de las grabaciones caseras de McCartney y sus proyectos experimentales en casa. Esos mismos experimentos también sentaron las bases para la transición de Lennon del sonido de guitarra acústica de Rubber Soul a la psicodelia de un solo acorde de Tomorrow Never Knows.
La fascinación de Paul por los personajes se convirtió más tarde en el núcleo conceptual de Sgt. Pepper: tratar el arte y la música como dos caras de un mismo lienzo en expansión.
Sin embargo, sería un error sugerir que John simplemente pasaba el tiempo en su mansión en la campiña inglesa como una superestrella desfasada. Biografías recientes han demostrado que esta visión es errónea.
Durante una visita a Indica Bookshop and Gallery en 1966, John encontró 'The Psychedelic Experience' de Timothy Leary. Días después, el verso "apaga tu mente, flota río abajo" se convirtió en la apertura de Tomorrow Never Knows.
Sin embargo, las opiniones de John evolucionaron con cautela. Dudó en sumergirse de lleno en el mundo vanguardista que más tarde definiría la mitología de John y Yoko.
Salvando el legado de los Beatles
A sus 83 años, es comprensible que Paul quiera ser recordado tanto por su lado experimental como por sus éxitos comerciales.
No es de extrañar que nos siga recordando, década tras década, que Carnival of Light existe y que quiera que se haga público.
Pero esta nunca fue solo una decisión de Paul. Los Beatles sólo publicaron trabajos que los cuatro coincidieron en que podían compararse con los mejores de ellos.
Carnival of Light probablemente no esté a la altura. George y Ringo sabían que lanzar un experimento de 14 minutos de McCartney como último tema inédito chocaría con lo que hizo a la banda intocable.
Mantener el misterio intacto es mucho mejor para The Beatles que presentar un largo experimento que ha sido mitificado durante décadas y que casi con seguridad decepcionaría y no cumpliría con las expectativas.
Cada nueva generación mantiene viva la leyenda con interpretaciones sinceras e imaginativas de los fans, bootlegs falsos y debates.
Y al final, Carnival of Light pertenece a nuestra imaginación, donde su mito siempre prevalecerá sobre la música.
Como siempre, gracias por leer.
-Daniel
(Publicado en Rocknheavy.net el 9 de diciembre de 2025)
[Traducido y editado por Carlos E. Larriega para Mundo Beatle]
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