1 de julio de 1965 - Llegada a Madrid
"¡Saludos, amigos!", dijo Paul en un español impecable. John repitió lo mismo, con una mueca y un extraño apretón de manos.
"Conocí a Brian Epstein en abril de 1965 durante su siguiente visita a España, un país que amaba mucho. Para mi sorpresa, Epstein conocía la revista Fonorama, que empezó a publicarse en 1963. Tenía curiosidad por saber si los Beatles tocarían en España ese año, a lo que Epstein respondió: "No". Brian Epstein pensaba que si los Beatles vendían tan pocos discos en España, no eran muy populares allí. Según él, los Beatles vendieron solo unos 3,800 discos en España, mientras que en otros países sus discos se vendieron por cientos de miles o millones. A lo que le expliqué que, bajo el actual régimen franquista, solo hay unos dos mil propietarios de tocadiscos en el país, pero que les han dado un buen uso. Colocando altavoces en los escaparates, los dueños de los tocadiscos ponían discos y organizaban fiestas callejeras. De esta manera, pude convencer a Epstein de que cada disco vendido en España encontraba adeptos gracias a la gran audiencia que se daba en estas fiestas. En resumen, Epstein cedió y los Beatles añadieron España a su gira europea"
[José Luis Álvarez, editor de la revista musical española Fonorama]
1 de julio de 1965 - Rueda de prensa en Madrid
La mayoría de las preguntas fueron traducidas por una mujer, y en su mayoría eran triviales: sobre su pelo largo, sus millones, sobre si les gustaba España y cosas por el estilo.
"Los acompañantes, entre ellos varios periodistas extranjeros, se dirigieron al Hotel Phoenix, situado en el Paseo de la Castellana, Plaza de Colón, Madrid, donde los Beatles se alojaron en las habitaciones 122, 123 y 124, tres de las cuales tenían acceso a una sala común con dos balcones con vistas al jardín y a la calle"
"Dos horas les bastaron para descansar y recuperarse. Entonces comenzó la caótica rueda de prensa. Los cuatro se sentaron en un sofá a rayas, y más de cien periodistas los atacaron desde todos los lados. Se les indicó a los periodistas que debían comportarse con calma y también se les recordó que solo tenían unos minutos para tomar fotos"
"Durante la breve sesión de fotos, Ringo y Paul no cambiaron de pose, mientras que John y George terminaron sentados en el respaldo del sofá y Paul posó con un clavel en la boca, que permaneció allí durante toda la rueda de prensa"
[Juan Agueras, Representante del Club de Fans de los Beatles]
(Publicado originalmente en el website beatles-chronology.ru)
LA VISITA DE THE BEATLES QUE HACE 60 AÑOS EMPEZÓ 'LA TRANSICIÓN PSICOLÓGICA' EN ESPAÑA
Por: Javier Herrero
La primera y única visita de The Beatles a España hace 60 años se resolvió como un “fracaso” según la prensa de la época, bajo un régimen que se empeñó en amortiguar su posible impacto, aunque no faltan voces para quienes aquel hito histórico inició La Transición de miles de jóvenes “a nivel psicológico”
“Fue un concierto para la anécdota pero que el tiempo ha reivindicado”, apuntaba al respecto Miguel Ríos, uno de los más ilustres asistentes al primero de los dos conciertos que 'The Fab Four' ofrecieron en el país, el de la plaza de toros de Las Ventas de Madrid un 2 de julio de 1965, al que siguió otro al día siguiente en la Monumental de Barcelona.
Así consta en el documental 'Que vienen los Beatles', con material de la visita filmado por los directores Pedro Costa y Francisco Beltriú como parte de un encargo del NO-DO, el informativo que se proyectaba en las salas de cine antes de las películas. Las imágenes al final terminaron siendo prohibidas y se mantuvieron inéditas hasta su exhibición por RTVE 30 años después.
“Hubo un contubernio para evitar que España tuviera una reacción similar a la de otros países (...). Había que frenarlo y periodistas se dedicaron a poner en duda la calidad y oportunidad de los Beatles, hasta su peinado, eran como unos pequeños gamberros que no tenían nada interesante”, declaraba allí el periodista Carlos Tena, una premisa que defiende este reportaje disponible en RTVE Play.
En aquel 1965 se estaba haciendo visible la mejora de la situación económica de España, en parte por el fenómeno del turismo, en parte por la entrada de dinero gracias a los trabajadores que emigraron.
En paralelo, comenzaba a desarrollarse una fuerte conciencia política, sobre todo en el ámbito universitario, con concentraciones cada vez más numerosas, una de ellas solo cuatro meses antes, y aquellos jóvenes deseosos de cambios encontraron en The Beatles un refugio de optimismo y liberación no solo musical.
Conseguir que visitaran España ya fue contra todo pronóstico, pues no estaba contemplado en su gira por el sur de Europa. Mientras en países como EE.UU. o Reino Unido sus grabaciones superaban el millón de copias, aquí no pasaba de las 4.000 (en gran medida por el exiguo número de tocadiscos en el país).
José Luis Álvarez, de la revista Fonorama, se encargó de convencer a su famoso representante, Brian Epstein, de que si recalaban aquí tendrían un gran éxito. Por otro lado, se comenta que si el régimen franquista accedió a la visita de aquellos 'melenudos' que hacían saltar los principios que había predicado durante más de un cuarto de siglo fue porque la reina Isabel II acababa de condecorarlos.
Con todo, se puso mucho énfasis en mostrar que España no sucumbía a ellos como otros lugares, por ejemplo a su llegada al aeropuerto de Barajas la policía les llevó por un recorrido alternativo evitando a los seguidores desolados que en muchos casos habían tenido que caminar hasta allí.
Según relató a EFE, Álvarez tenía contactados 50 autobuses para llevar a fans, pero desde Gobernación le pidieron que no lo hiciera pues “temían un atentado de un movimiento aparentemente anarquista que quería vincular lo de los Beatles con una cosa política”.
A la rueda de prensa organizada después en su hotel en Madrid, el Fénix, solo pudieron asistir periodistas con el carné que facilitaba el régimen, “unos 20 fotógrafos y unos 20 redactores” que realizaron preguntas en tono agresivo o burlesco, del tipo “¿Por qué lleváis esos pelos?”.
Sí se aprovechó el momento para hacer una contrapromoción del vino de jerez, frente al 'sherry', tal como se había popularizado en Reino Unido. Durante el acto, cada uno de los Beatles firmó una bota, pero a su término quedaron arrumbadas y perdidas en un almacén. Ya en los 80 se encontraron dos, las de McCartney y Starr.
A la hora del concierto la tensión era máxima en el entorno de la plaza, en una España en la que los jóvenes y la gente en general encontraba muchas dificultades para reunirse, aún más para saltar y divertirse en multitud.
El grupo tocó doce canciones ante muchas localidades vacías y un sonido raquítico para lo que se estilaba entonces. El precio de la entrada no ayudaba. Costaba 75 pesetas la más barata, cuando el salario mínimo era de 60, y eso hizo que hubiese más gente fuera que dentro de la plaza, como recordaría el propio McCartney años después: “Los fans reales estaban fuera, los de dentro era gente rica, así que no lo disfrutamos mucho”.
El franquismo, que resumió la presencia de los Beatles en el noticiero semanal en dos minutos, ya tenía su relato armado, aunque lo cierto es que en Barcelona, donde los controles eran más laxos, la plaza sí se llenó con 18,000 personas, pero no fueron las imágenes que se difundieron.
(Publicado en El Diario.es el 1 de julio del 2025)
60 AÑOS DE LOS BEATLES EN ESPAÑA: !QUÉ DOS NOCHES LAS DE AQUEL AÑO!
Por: Ulises Fuente
Por: Ulises Fuente
La expectación era máxima, aunque, en realidad, pocos españoles sabían de quiénes se trataba. Los rumores se habían extendido como la pólvora por Madrid y Barcelona. La prensa había calentado el ambiente y en las calles se repetía un vocablo con insistencia: llegaban los "melenudos", término que invocaba una presencia incomprensible, casi amenazante. A las 17:40 horas del 1 de julio de 1965, el cuarteto más famoso de todos los tiempos hacía su entrada triunfal en nuestro país. Los cuatro de Liverpool llegaron en un avión de Iberia al Aeropuerto de Barajas e hicieron visitas turísticas, pero las noticias no tenían la inmediatez de hoy.
El NO-DO recogió los hechos diez días después: la llegada del conjunto musical a Madrid, según la crónica oficial, "no es apoteósica", a pesar de que en el aeropuerto se concentra
"una juventud curiosa y alegre". El informativo cinematográfico recoge la rueda de prensa de los británicos en Madrid, grabada por gran número de objetivos, que, como remarca la voz del noticiero, "apuntan principalmente sobre los tocados capilares", confirmando la obsesión casi freudiana con la longitud de su cabello.
El 2 de julio y tras hospedarse en el Hotel Meliá Fénix, Los Beatles actuaron en nuestro país por primera vez. La llegada de las superestrellas (ellos ya habían desatado la locura en Estados Unidos el año precedente) era una oportunidad y un riesgo para la España del momento.
"Podían demostrar que aquí también se hacían conciertos como en cualquier lugar del mundo, pero no podían permitir que nada saliese mal", recuerda Ignacio Martín, bajista de Los Pekenikes, que telonearon a los "fab four" esa noche.
Seis décadas después, un doble concierto en Madrid y Barcelona rinde tributo al repertorio de aquellos genios: será el 2 de julio en el Teatro Capitol de la Gran Vía de Madrid y el 3 de julio en el Teatre Apolo de Barcelona con la banda tributo The Bootleg Beatles.
(Publicado en MSN el 1 de julio del 2025)
LOS CONCIERTOS DE THE BEATLES EN ESPAÑA DE HACE 60 AÑOS, SEGÚN SUS TELONEROS
Paul, George, Ringo y John a su llegada a Londres procedentes de Barcelona.
Por: Miguel Ángel Bargueño
- Los días 2 y 3 de julio de 1965, los Fab Four visitaron en Madrid y Barcelona: fueron sus únicas actuaciones en nuestro país.
- Hablamos con componentes de dos de los grupos españoles que ejercieron de teloneros: Los Pekenikes y Los Sírex.
- “La gente muy joven quería verlos; la mayor no quería ni que vinieran”, recuerda el veterano periodista José Ramón Pardo.
Los días 2 y 3 de julio de 1965 —hace sesenta años—, The Beatles ofrecieron sus dos únicos conciertos en España. Aunque nuestro país seguía sumido en los rigores de una dictadura, los jóvenes españoles, como los de todo el mundo, se mostraban arrebatados por la música de “los cuatro melenudos” de Liverpool, como la sociedad bienpensante los describía. Con el paso del tiempo, aquellas fechas han alcanzado proporciones epopéyicas en la historia del rock en España, y en apenas tres días (desde su llegada el 1 de julio), John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr dejaron numerosas anécdotas que quienes las vivieron aún recuerdan.
El avión que transportaba a The Beatles tomó tierra en el aeropuerto de Barajas, en Madrid, el 1 de julio a las 17:40. Su aterrizaje, por lo pronto, despejaba los temores de que finalmente no vinieran; temores fundados en las reticencias del régimen, desde donde contemplaban con recelo la visita de cuatro músicos con aire revolucionario: podrían resultar una mala influencia para nuestra juventud. De hecho, los conciertos no se anunciaron oficialmente hasta una semana antes, cuando el ministro de Gobernación otorgó el debido permiso.
Las negociaciones para traer al conjunto de moda tampoco fueron fáciles. Francisco Bermúdez, el promotor, se topó al principio con la indiferencia de Brian Epstein, mánager de The Beatles, a su propuesta. Argumentaba Epstein que siendo las ventas de discos del grupo en España tan ridículas, no tenía sentido molestar a los chicos trayéndolos aquí. Intervino José Luis Álvarez, director entonces de la revista Fonorama: explicó a Epstein que en los hogares españoles apenas había tocadiscos, y aun así, el número de discos vendidos superaba el de los equipos instalados en las casas. El dato debió de convencer a Epstein, quien dio luz verde a la visita.
Por otro lado, The Beatles acababan de ser condecorados como Caballeros de la Orden del Imperio Británico por la mismísima reina Isabel II de Inglaterra; una negativa a recibirlos podría generar un conflicto diplomático un tanto estúpido, por lo que el gobierno español otorgó el visto bueno a los conciertos.
Según Leslie (81 años), cantante de Los Sírex — teloneros de The Beatles en Barcelona —, una semana antes del concierto no era seguro que el evento se celebrase “por los problemas políticos del momento”, explica. “Fraga Iribarne, entonces ministro de Información y Turismo, dijo: ‘Señores, es el mejor conjunto y esto no se puede suspender, el mundo entero se nos va a echar encima”
“La visita de The Beatles a España tuvo dos polos”, recuerda el periodista musical José Ramón Pardo, quien ya entonces ejercía su profesión. “La gente muy joven quería verlos; la mayor no quería ni que vinieran. Se la jugó Bermúdez y creo que económicamente no le debió de salir muy bien, porque la propaganda contraria sobre ‘esos melenudos’, esas noticias de que en un concierto en Mánchester el público rompió no sé cuántas butacas… hicieron mucho en su contra”. Se estima que la visita de The Beatles a España costó 3 millones de pesetas.
Visita de El Cordobés y las Hermanas Hurtado
Aquel día 1 de julio un cadillac transportó a los cuatro músicos desde Barajas al Hotel Fénix, en la plaza de Colón de Madrid. Fue allí donde a las 20:00 ofrecieron una rueda de prensa en la que los periodistas dispararon preguntas tan ingeniosas como si tenían asegurado el cabello o si conocían al torero Manuel Benítez, El Cordobés (un ídolo aquel año). Cuentan que, de madrugada, se presentó en el establecimiento hotelero el propio Cordobés acompañado de un fotógrafo, con la intención de posar junto a la banda; no lo consiguió, de tan protegidos estaban The Beatles.
También en el Hotel Fénix tuvo lugar un extraño acontecimiento. El alcalde de Jerez (Miguel Primo de Rivera y Urquijo) y el consejero delegado de las bodegas Domecq (Beltrán Domecq González), a fin de promocionar internacionalmente sus vinos, se las ingenieron para instalar en uno de los salones del hotel una réplica de las bodegas andaluzas. Conducidos hasta dicho emplazamiento, los cuatro Beatles escanciaron vino y estamparon sus firmas en unas barricas. La surrealista escena se completó con la presencia de tres jovencitas vestidas de faralaes; eran las Hermanas Hurtado.
La tarde del 2 de julio comparecieron en la plaza de toros de Las Ventas, donde debían ofrecer su concierto. Había lleno total en las sillas de pista, gradas y andanadas (de precio reducido), pero los tendidos presentaban bastantes claros. Las entradas costaban entre 75 y 450 pesetas (tarifa elevada para aquellos días). Casi más llamativa que la relativa masa de incondicionales era la nutrida presencia de efectivos de la policía, con orden de intervenir para calmar a las hordas juveniles si, como parecía probable, se desataban.
Antes de The Beatles tocaron en Madrid varios grupos invitados: Pekenikes, The Modern, Marty Brothers… “Para nosotros fue una sorpresa que nos eligieran para telonear a The Beatles. Pero le he dado mucha más trascendencia con el paso del tiempo. Cuando lo cuento, todo el mundo se queda asombrado. Ha ido adquiriendo importancia con los años. Es un orgullo haber sido telonero de The Beatles”, dice Lucas Sáinz (80 años), guitarrista y confundador (junto a su hermano Alfonso) de Los Pekenikes, banda que todavía no se había convertido en instrumental. El actor Torrebruno fue el presentador de la noche.
“Como era la época anterior —prosigue Sáinz—, había un despliegue policial importante, porque el ministro de Gobernación temía que se produjeran altercados. Pero no los hubo: la gente quería ver a The Beatles, que eran una novedad en España. Se veían a muchos grises”.
Los Pekekines tocaron tres canciones y dejaron libre el escenario para The Beatles, con quienes Lucas Sáinz no pudo intercambiar palabra. “Logró conseguir una firma mi hermano Alfonso o el cantante que teníamos entonces. Todavía no habíamos grabado nuestro primer LP. Tener acceso a The Beatles era como pecado mortal. La plaza de toros no disponía de camerinos, y en la zona de enfermería nos habían preparado un espacio para cambiarnos”.
Sobre el concierto de The Beatles, que dio comienzo a las 20:30, recuerda: “Tenía mucha curiosidad de escucharos, pero me llevé un chasco, porque los equipos de amplifación eran una birria. Aparecieron con sus amplificadores marca Vox (que yo me compré, pero no por ellos, sino porque los usaba Hank Marvin, de The Shadows)… No recuerdo ninguna canción que me gustase especialmente, porque el sonido era horrible”.
A las 16:30 del día 3 The Beatles llegaron al aeropuerto de El Prat. Aterrizaron en una pista alejada a la que solo tuvieron acceso periodistas y fotógrafos, previa exhibición de credenciales. Al descender del avión, les fueron entregadas unas muñecas típicas y unas monteras de torero con las que posaron ostentosamente ante los reporteros gráficos. A pie del aeroplano les esperaba un coche a bordo del cual partieron hacia el hotel (el Avenida Palace, habitaciones 109 y 111), entre salvas de aplausos de sus fans.
Antes de dirigirse a la Monumental, John Lennon debió efectuar un rápido ajuste de vestuario: cambió sus pantalones, muy arrugados, por los que le ofreció Joan Gaspar, hijo de los propietarios del hotel (y futuro presidente del FC Barcelona). En la Ciudad Condal los telonearon Los Sírex, Beat Chics, Freddie Davis, Los Shakers, Michel, Los Modern 4, Trinidad Steel Band y Orquesta Florida. Cuando llegó a la plaza de toros, a Leslie, de Los Sírex, le llamó la atención la abultada presencia policial. “No sabía que tuviéramos tanta policía a caballo. Controlaba a la gente para que no se colara”.
Leslie y sus compañeros de Los Sírex solo pudieron disfrutar de cuatro canciones de John, Paul, George y Ringo: a continuación tenían una actuación en Cornellà. “Desde ‘Twist and shout’, con la que empezaron, comencé a babear. El sonido era una mierda, pero la gente no iba a escuchar a The Beatles; iba a ver a sus ídolos”, dice Leslie. A punto de terminar su concierto, tuvo el privilegio de charlar brevemente entre bambalinas con Paul McCartney, quien volvía del lavabo escoltado. “You’re tired!” (“¡Estás cansado!”), le dijo el beatle; a lo que Leslie respondió: “In five minutes, you too!” (“¡En cinco minutos, tú también!”). Paul se echó a reír.
“Cuando regresé al escenario, mis compañeros del grupo me recriminaron mi pequeño retraso”, evoca. “Les dije: ‘Coño, estaba hablando con Paul McCartney’. Y ellos: ‘¡Vete a la mierda!”. Cuando Los Sírex llegaron a Cornellà, les asediaron a preguntas sobre cómo había ido el concierto con The Beatles. “Pues una maravilla”, responde ahora. “La plaza estaba que no cabía una aguja, y en la calle había tanta gente como dentro. Fue un día muy bonito para nosotros”.
Tanto en Madrid como en Barcelona, los entregados seguidores tuvieron el mismo protagonismo que The Beatles. La crónica de La Vanguardia concluyó: “Lástima que los aullidos de sus fans hicieran perder a la representación muchos matices. No cabe duda de que la mayor parte de los espectadores pasaron un rato excelente, solo enturbiado por el temor constante de que se produjera un ataque de histerismo colectivo en alguno de los numerosos grupos que demostraron, durante toda la función, una tensión nerviosa alarmante. Afortunadamente nada grave ocurrió y a las amenas características de la velada hay que añadir la nota pintoresca de los entusiastas en las más variadas y singulares reacciones”.
Fueron un hito musical en nuestro país, pese a que las actuaciones de The Beatles en España no destacaron por su brillantez. “Los conciertos fueron muy malos porque ni ellos mismos se oían”, dice José Ramón Pardo. “El griterío del público los tapaba. No sé cómo conseguían armonizar las voces con el sistema de amplificación que había. Pero fue muy importante: el primer gran grupo que decidió dar un salto a España, cosa que no hacía entonces prácticamente nadie y con eso marcaron una época. Por más que los medios de difusión próximos al régimen, empezando por la televisión, intentaran ridiculizarlos”
(Publicado en Telecinco de España el 2 de julio del 2025)
Plaza de Toros de Las Ventas, Madrid, España
2 de julio de 1965
Set List
01. Twist and Shout
02. She's A Woman
03. I'm A Loser
04. Can't Buy Me Love
05. Baby's In Black
06. I Wanna Be Your Man
07. A Hard Day's Night
08. Everybody's Trying To Be My Baby
09. Rock and Roll Music
10. I Feel Fine
11. Ticket To Ride
12. Long Tall Sally
3 de julio de 1965
Set List
01. Twist and Shout
02. She's A Woman
03. I'm A Loser
04. Can't Buy Me Love
05. Baby's In Black
06. I Wanna Be Your Man
07. A Hard Day's Night
08. Everybody's Trying To Be My Baby
09. Rock and Roll Music
10. I Feel Fine
11. Ticket To Ride
12. Long Tall Sally
EL 'FALSO' ÁLBUM DEL CONCIERTO DE THE BEATLES EN MADRID DEL 2015
Los Beatles se presentaron por primera vez en España en 1965. Realizaron dos shows los días 2 y 3 de julio en Madrid y Barcelona, respectivamente. En Madrid los anunció el showman Torrebruno. El concierto del cuarteto de Liverpool en la Plaza de Toros de Las Ventas se llevó a cabo el 2 de julio a las 8.30 pm. Asistieron unas 5,000 personas. Según el testimonio del periodista y productor musical José Luis Álvarez, entonces de 25 años, con su traje azul marino y corbata negra él ingresó al recinto con un magnetofóno Grundig de un cuarto de pista y cuatro micrófonos AKG.
Álvarez contó que con su "precario" equipo grabó las 12 canciones que durante 27 minutos y 45 segundos interpretaron The Beatles. Asegura que el propio Brian Epstein, manager de The Beatles, lo autorizó a grabar el show de Madrid. Incluso el ejecutivo le firmó un papel con las condiciones. Entre las clausulas Álvarez añadió que la grabación no se podría usar en 25 años que según el periodista era lo que decía la ley en esas fechas y añade que a Epstein le gustó ver que era una persona seria y firmó.
El periodista y productor musical José Luis Álvarez conservó esta grabación hasta el 2015 en el que lanzó aprovechando el aniversario 50 del show de Madrid en su sello Cocodrilo Records en vinilo de 200 gr y CD compacto 1,000 ejemplares a un precio por unidad de 29.99 euros. La edición especial salió al mercado el 2 de julio del 2015. Estuvo disponible en tiendas musicales y grandes establecimientos como El Corte Inglés y FNAC. Al final de semana ocupaba el segundo lugar en ventas en FNAC y los informes indicaban que la acogida entre el público era muy buena.
Sin embargo, había un gran problema. Lo que se escuchaba en el disco no era el concierto de The Beatles en Madrid del 2 de julio de 1965. En su lugar se apreciaban audios del concierto de The Beatles del 20 de junio de 1965 en Paris, del show del 30 de junio de1966 en Tokyo y de la presentación de Paul McCartney del 2 de noviembre de 1989 en Madrid.
Comprobar que no existía audio del concierto de los Fab 4 en Madrid y que el disco e historia de Álvarez, que tenía 76 años en el 2015 , eran un engaño trajo polémica y desazón. Al ser Consultado al respecto señaló: "Yo no soy un mitómano, mi grabación es auténtica"
Según cuenta el salto a tener acceso a The Beatles aconteció cuando era editor de la revista Fonorama en 1965. En la Feria de Abril de Sevilla de ese año hizo amistad con Brian Epstein. Unos meses después, el empresario Francisco Bermúdez trajo al cuarteto británico para dos presentaciones en Madrid y Barcelona. Álvarez fue al Hotel Fénix de Madrid donde los músicos tenían programada una rueda de prensa. Le negaron la entrada y sólo la mediación de Epstein permitió su ingreso. Narra que también logró que el mánager lo invitara a una sesión privada con los artistas ("Me abrió la puerta Paul McCartney y estuvimos ahí hablando cinco horas, como amigos")
Álvarez señala que al contar con autorización escrita de Epstein (aunque nunca la ha mostrado) puso un micrófono en la batería de Ringo Starr y el Grundig en la parte trasera, debajo del escenario. "Camuflé los micrófonos para no crear controversias". No existen fotografías de los equipos ni tampoco testigos. El único, afirma Álvarez, que podría corroborar la historia es Roberto, su socio en Fonorama, pero "se fue a vivir a una finca en Oregón (EEUU) y es imposible localizarlo"
Álvarez señala que al contar con autorización escrita de Epstein (aunque nunca la ha mostrado) puso un micrófono en la batería de Ringo Starr y el Grundig en la parte trasera, debajo del escenario. "Camuflé los micrófonos para no crear controversias". No existen fotografías de los equipos ni tampoco testigos. El único, afirma Álvarez, que podría corroborar la historia es Roberto, su socio en Fonorama, pero "se fue a vivir a una finca en Oregón (EEUU) y es imposible localizarlo"
La grabación original o una de ellas, ya que admite que pueden existir más , la guarda en su estudio. Algunos fragmentos de audio de esta cinta las reproduce para la entrevista y el sonido deteriorado por la antigüedad de la cinta, corresponde con el producto que se encuentra a la venta. "El disco es de lujo, con libreto de puta madre, portada preciosa, calidad técnica acojonante. Entonces, ¿de qué se quejan?", pregunta Álvarez a quienes dicen que el disco es una estafa y que debe retirarse del mercado.
La supuesta falsedad del disco fue denunciada en blogs y redes sociales por conocedores de The Beatles. Diego Vidal, de Shiva Music, la discográfica que dirige en Tarragona, comunicó a sus clientes que, al comparar con sus propios oídos el disco y hablar con expertos, con "pesar" debía informar que es falso. A esta declatación se sumó Javier de Castro, historiador y musicólogo, autor del libro 'Olé, Beatles: Conciertos de 1965, beatlemanía española y fonografía'. En el programa 'Bienvenido a los Noventa', de Radio Utopía, afirmó que, aunque respeta la trayectoría de Álvarez, tras hacer un ejercicio de comparación de audios, "es claro que lo que puso José Luis son canciones de París". Sobre el referido supuesto acuerdo con Epstein, agrega: "La única que podía autorizar grabaciones a los Beatles era EMI (su compañía discográfica)"
José Luis Álvarez, desde su despacho, intenta salir al paso a las críticas. Dice que él no invirtió para la producción del disco sino un amigo que, calcula, puso aproximadamente 2,000 euros. De su bolsillo han salido 580 euros, que pagó por derechos de autor a la Sociedad General de Autores y Editores. "A los que me critican les diría: no compren el disco. Se van a arrepentir. ¿No lo quieren por que es falso? . Pues será falso para ellos". Al final admite que puede haber fallos. "Mi grabación es auténtica pero las cosas de la tecnología son impredecibles". Finalmente tampoco descarta una manipulación posterior de la cinta. Aunque obviamente de ser el caso sin su conocimiento o aprobación.
(Información editada de la publicación del 12 de julio del 2015 de El Mundo de España)
NR: Sin lugar a dudas Álvarez ha logrado buena cantidad de ventas en una edicion limitada. Considerando que en una semana tan solo en dos establecimientos había alcanzado casi un cuarto de millar de ejemplares entre vinilos y CDs su promoción y estrategia comercial es todo un éxito. A pesar que casi de inmediato se compartió la noticia que lo del audio del concierto de Madrid de los Beatles era un 'fake' eso no detuvo el interés ni margen creciente de ventas.
Como de seguro lo había previsto la presentación incluyendo libro y arte es sumamente atractiva. No solo está tratando con fans sino también con coleccionistas que al final tampoco les hará daño tener material Bootleg en un vinilo de 220 gr que tal vez no lo consigan de manera tan sencilla en el mercado, temas en vivo del 65 y 66 en calidad mejorada de sonido aunque no sean de Madrid, sino de París y Tokyo.
Los Conciertos de los Beatles en España (Audio)
No se promocionaron, se les llamó melenudos, degenerados, hubo más policía que público, las entradas eran carísimas. Ana Uslé nos hace viajar casi 60 años atrás, 1 de Julio de 1965, cuando los Beatles pisaron España para dar dos conciertos, uno en Madrid y otro en Barcelona. En una estancia histórica que tal sólo duró 70 horas. Nos ayuda a saber más sobre estos conciertos Magí Crussels, profesor de Historia contemporánea de la Universidad de Barcelona, especialista en cultura popular y en los Beatles.
(Publicado en Cadena Ser el 25 de junio del 2025)
Especial 'Los Conciertos de los Beatles en España'
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